Lacalle Pou fue todo lo más lejos que pudo. Quedan heridas en la interna nacionalista difíciles de reparar. En su afán de mostrarse transparente marcó distancia con Larrañaga y de paso con Bascou (destinatario de la crítica) y con el senador Besozzi al que también llamó telefónicamente. Relató que llamó a Bascou para transmitirle su postura ante la investigación que pesa sobre su accionar. "Claramente está mal lo que hizo, con respecto a la venta de combustible en su estación a la intendencia. No lo comparto y se lo manifesté a él", dijo el senador blanco.
Lacalle Pou dijo que si él estuviera en lo zapatos del intendente de Soriano ya habría renunciado al cargo en esta instancia. Sin embargo, señaló que el comité de ética del Partido Nacional es el que debe decidir sobre las actuaciones del dirigente de Soriano y evaluar las sanciones que correspondan.
"Queda claro que en mi lugar no lo hubiera hecho. Yo personalmente me apartaría del cargo, y seguramente (en el lugar de Bascou) ya hubiera renunciado", insistió.
La posición de Lacalle Pou se distancia de Larrañaga, quien apoyó públicamente al jerarca de su sector.